La palabra reconquista indica la acción y efecto de reconquistar, verbo formado con el prefijo latino re- (de nuevo, hacia atrás) y el verbo conquistar, que deriva del latín *conquisitare (adquirir global y conjuntamente), formado a partir del supino conquisītum del verbo latino conquirĕre (buscar y reunir de todas partes, tomar de un lado y de otro), compuesto por el prefijo con- (en conjunto, completamentre) y el verbo quaerĕre (buscar, pretender, indagar, preguntar). Este verbo latino forma en latín abundantes prefijados, y de ellos y el verbo simple proceden innumerables palabras nuestras, como querer, cuestión, cuestación, adquirir, exquisito, inquirir, inquisición, encuesta, requerir, pesquisa, etc.
Pero en historia, y específicamente en historia de España, la palabra Reconquista, así con mayúscula, define el proceso medieval por el que unos incipientes reinos cristianos del norte de la península Ibérica van ganando territorio de norte a sur a un Estado islámico establecido en la península desde que la invaden los musulmanes en el año 711, derrocando el Estado visigodo establecido tras la caída del Imperio Romano, proceso que culmina en 1492 con la conquista del último y ya pequeño y residual territorio del reino de Granada. El vocablo "Reconquista" ha sido recientemente cuestionado por algunos historiadores. En realidad reconquista implica el hecho de recuperar algo que era propio y les había sido arrebatado, y se aduce que esto es muy relativo. El hecho se basa en que los primitivos núcleos de resistencia norteños, parcialmente dirigidos por unas elites emparentadas con las visigodas se consideran herederos legítimos del Estado visigodo y sus descendientes protagonizan un proceso considerado de recuperación de lo propio y rechazo y expulsión del invasor. Pero también es cierto que los nuevos reinos cristianos gestados y crecientemente desarrollados ya poco tienen que ver con el antiguo Estado visigodo. Posiblemente sus élites son algo más autóctonas que las primeras élites árabes, sin duda invasoras, pero también los visigodos son en origen una élite infiltrada en el Imperio Romano que se mezcla en parte con las élites locales. Si en realidad lo examinamos objetivamente, los legítimos propietarios de la península Ibérica eran la considerable masa de población hispanorromana, que en general permanece en sus tierras y simplemente "cambia de dueños" según la dominen unas u otras élites dominantes, que numéricamente siempre fueron muy reducidas con relación al grueso de la población. Pero lo cierto es que Reconquista es el término acuñado y tradicional que se sigue empleando, y más o menos acertado, es el admitido y con él todos sabemos a qué nos referimos.
La conquista de Hispania por los árabes se produce entre los años 711 y 718 en que rápidamente van tomando regiones, comarcas y ciudades y en principio llegan hasta los territorios del norte, penetrando en ciudades tan norteñas como León o Astorga. Sin embargo hay una resistencia en el núcleo de Asturias y también una serie de ciudades se les resisten. En el noreste llegan hasta el Pirineo oriental y llegan a penetrar en territorios que hoy son de Francia, pero por allá también acaban siendo rechazados ya definitivamente en el 732 en la batalla de Poitiers. Eso hace que en realidad el s. VIII sea un periodo de inestabilidad y que al final los árabes se replieguen, algunos dicen también que porque no tenían especial interés en esos territorios, y que nunca lleguen a establecer un poder en una franja norte de la península que va de este a oeste, y más o menos el valle del Duero quedará como el área fronteriza al sur del cual se extiende el dominio musulmán.
De hecho la primera organización estatal de Al Andalus o Hispania árabe fue un emirato en principio dependiente de la provincia de Ifriquiya y del califato con capital en Córdoba. Este emirato se hace independiente en 756 con la proclamación de emir de Abderramán I, Omeya huido de Damasco cuando estos son derrocados allá por los Abbasíes, aunque en lo religioso dependen del califa de Bagdad. El emirato dura hasta que en 929 Abderramán III se proclama califa en Córdoba y empieza la etapa del Califato. En esta primera etapa del emirato es cuando se constituyen en realidad las áreas musulmanas ocupadas y sus divisiones administrativas que podemos ver en el siguiente mapa correspondiente a la fase del emirato independiente (756-929).
Esta situación fue bastante estable durante el califato Omeya de Córdoba, que dura oficialmente hasta el 1031, en que el territorio islámico queda dividido en un número muy grande de reinos de taifas independientes entre sí. En la época de pujanza del califato, hacia el s. X se produce una fuerte presión sobre los reinos cristianos del norte con las frecuentes e intensas incursiones bélicas de Almanzor. En general los reinos cristianos están sometidos a pagar impuestos al califato a cambio de la paz o la independencia política. La situación en el califato se puede ver en los siguientes mapas. En el primero las zonas rayadas son áreas cristianas que el califato disputa o intenta ocupar: las áreas de fricción de cada momento son zonas inseguras para la población que reciben el nombre de "extremaduras" y sufren frecuentes incursiones.
Pero con la desmembración del califato, ya desde la segunda mitad del s. XI es cuando puede decirse que empieza la ofensiva de los reinos cristianos y si se quiere propiamente la llamada "Reconquista" y se llegará a un punto en que serán los reinos de taifas los que deberán pagar tributos anuales a los reyes cristianos llamados parias, a cambio de que no les ataquen e incluso les presten ayuda si son atacados por otro rey cristiano o por otro reino de taifa. Toledo por ejemplo se conquista en 1085 y en breve la primitiva área fronteriza al sur del Duero se traslada al Tajo. No obstante hay una reacción de las áreas islámicas y los almorávides, importante grupo rigorista en lo religioso, llegan desde África en ayuda de las taifas, pero acaban siendo rechazados por los cristianos.
A continuación llegaron los almohades que intentan unificar los esfuerzos de todos los reinos taifas contra los cristianos aunque no los unifican políticamente, pero contra ellos se produjo una alianza de los reinos cristianos que da como primer resultado la derrota de las tropas de almohades y taifas en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). A partir de ahí la conquista cristiana se acelera hasta tal punto que los distintos reinos cristianos van tomando prácticamente todos los territorios a lo largo del s. XIII, hasta que a inicios del s. XIV sólo queda un pequeño reducto en poder musulmán que es el reino de Granada, como puede verse en el siguiente mapa.
El reino de Granada sobrevivirá hasta ser tomado en 1492 por los Reyes Católicos.
- Gracias: Helena
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