Etimología de RECATO
La palabra recato, honestidad y también cautela y reserva con que uno guarda sus intimidades en sentido amplio, la derivamos del verbo recatar, que en origen es retirar del conocimiento o la vista pública todo aquello que se cree que no se debe mostrar. Este verbo viene del latín recaptare, que no es clásico pero está bien atestiguado en latín medieval, a veces con el valor de recuperare y otras con el valor de recipĕre, pero que en cualquier caso, aparte de la idea de recobrar, lleva en su forma la de tomar algo (captare), para retirarlo hacia atrás (re-). Captare, que nos da captar y cazar a través de una variante vulgar captiare, es un frecuentativo de capĕre (coger, tomar, capturar), verbo que sufre en latín apofonía radical cuando recibe prefijos o entra a formar parte de compuestos, y entonces su raíz aparece con las formas -cip-/ -cep-.
El verbo capĕre forma en latín multitud de derivados, prefijados y compuestos, que dan lugar a muchas palabras nuestras, como capaz, capacidad, captar, cazar, caber, cabestro, captura, cautivo, catar, aceptar, anticipar, concebir, concepto, decepción, excepción, incipiente, precepto, receta, recipiente, recibir, receptáculo, mentecato, partícipe, municipio, etc.
La raíz de capĕre se vincula a una raíz indoeuropea *kap- (coger, tomar), que da lugar también en latín a la palabra capsa (caja), de donde caja, cajero, cápsula, encajar, etc.
- Gracias: Helena
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