Etimología de QUILÓPODO

QUILÓPODO

La palabra quilópodo viene del latín científico chilopoda, neutro de chilopodus, término que se acuñó uniendo dos elementos griegos: χεῖλος = cheilos ('labio, pero también borde u orilla'), más πούς (pous), ποδός (podos), con el significado de 'pie o pata', como en ápodo, isópodo, paurópodo, pododermatitis, podólogo, etc. El nombre entonces se debe a que en el segmento del tronco más cercano a la cabeza, próximo a la zona oral o bucal, posee un par de patas (podos) de extremo endurecido y afilado, a menudo con veneno, que sirven para capturar presas, funcionando algo así como unos labios (cheilos) mortíferos, dispuestos a dominar a la víctima. Se trata del nombre de un grupo taxonómico de artrópodos miriápodos (Myriapoda), que el entomólogo francés Pierre A. Latreille (1762-1833) denominó en 1817 como Chilopoda (quilópodos), que se publicó en: P.A. Latreille. Les crustacés, les arachnides, les insectes. - In: G, Cuvier. Le règne animal. - Paris, Deterville, 1817, T.3: 1-653., y que hasta ahora (2015), cuenta con unas 3000 especies vivientes reconocidas. La característica más sobresaliente es que poseen un cuerpo alargado y casi siempre plano, con numerosos segmentos o somites, que regularmente llevan cada uno dos patas articuladas y que se proyectan lateralmente, cuyo número (de patas) puede oscilar según la familia y la especie, desde 15 en la familia Scutigeridae, hasta 175 en la Geophilidae, donde el penúltimo y el último segmento (el pregenital y genital), tienen sus apéndices denominados gonópodos (pies con función genital), sin capacidad locomotora o locomotriz. Sin embargo, algunos zoólogos también considera a los cuatro gonópodos terminales o caudales como pies, y por eso en algunas fuentes aparece que el número de patas puede llegar hasta 177. Y como acabamos de explicar, el primer segmento (el postcefálico) posee un par de apéndices o patas modificadas que algunos llaman maxilípedos que significa 'pies que funcionan como maxilas o labios, 'labium', de donde se origina el nombre Chilopoda, pero más bien a estos apéndices anteriores o frontales se les conoce como forcípulas, que funcionan como un par de fuertes ganchos maxilares o labiales quitinizados que inyectan veneno para atacar a la víctima (insectos, lombrices, hasta vertebrados pequeños como roedores, murciélagos, ranas, lagartijas, etc.). Invito al lector a que consulte en este diccionario las entradas ciempiés y escolopendra, para ampliar la información.

La raíz indoeuropea *ped- (pie, pata) muestra nexos con pous, podós, así como con las palabras latinas pes, pedis (pie) de donde derivan términos castellanos como: pie, supeditar, pedal, peatón, expedición, etc. Estos términos y sus variantes los podemos encontrar en algunas frases o expresiones latinas, por ejemplo: ferre pedem, 'marchar'; descendere ad pedes, 'poner pie a tierra'; pugna ad pedes venerat, 'se luchaba o combatía a pie'; pedibus merere, 'dar servicio en infantería', y muchas más.

Fuentes consultadas:

- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

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