La palabra pienso que se refiere a productos de alimentación de los animales viene del latín pensum (peso de lana, cantidad medida o pesada de algo, tarea diaria distribuida y dosificada). Pienso en origen denota pues una ración diaria de alimento pesada y dosificada. Este sustantivo se relaciona con los verbos pendĕre (pagar, pesar, estimar, valorar) y pensare, en realidad un frecuentativo de pendĕre, que en origen significa estimar y sopesar reiterada e insistentemente algo.
De estos verbos nos vienen palabras como pensión, compendio, depender, dispendio, expender, suspender, despensa, pesar, pensar, pensamiento o dispensar. Su raíz indoeuropea es *(s)pen- (estirar, hilar), que también dio en latín:
- Gracias: Helena
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