Etimología de LÚGANO

LÚGANO

La palabra lúgano, también pronunciada llana, lugano, es el nombre de un pajarito muy parecido a un jilguero o un verderón pero más chico, verdoso amarillento, de la familia fringílida, que primero Linneo llamó Fringilla spinus y luego se incluía en el mismo género que los jilgueros y los verderones, Carduelis spinus, pero que desde 2015 se ha creado un género nuevo para él y se ha hecho el nombre genérico reutilizando su nombre específico, con lo que se llama ahora Spinus spinus.

Las academias (ASALE y RAE) dejan sin etimología esta palabra. Corominas supone que podría venir de un latín lucanus 'de la aurora' «porque gusta de cantar a esa hora» a través de un derivado lucaninus o lucarinus al que luego se habría desprovisto del sufijo -inus que en los romances itálicos o ibéricos se habría entendido como un diminutivo. De aquí saldría toda una familia romance de nombres de este pajarillo que recoge Corominas de diversas fuentes, y que, añadiendo las citadas en LOGOS, resultan en este desparrame léxico:

En portugués es lugre (pero el gallego úbalo / ubalo, compartido con el asturiano úbanu / ubanu, parece ser una aféresis del español lúgano / lugano); catalán lluer, lluonet, llogueret, joqueret, lloveret, lluidet, llauiset, lluqueret, llucareta; occitano lucre (provenzal), lieucre (niceno), lugaro (liguro-provenzal de Mentón) y en Du Cange se encuentra latinizado lucardillus (año 1333, zona de Niza); italiano lucherino, lucarino, lugarino, lùgaro, luganello, con muchas formas dialectales: locorino (Lucca), lugarì (Brescia), lugherì (Brescia, Cremona) , luiar / lùjar / lujer / lujarin (Friuli), logarì (Bérgamo), lugarén (Romaña, Cremona), logarein (Parma), lüga(r)in (Génova), lugherin (Venecia), lugarin (Venecia y Verona, s. XV), lugherim (Tirol), lùgaro (Verona s. XV, Venecia, Génova), lucaru (Sicilia), lécora (Sicilia), lecura (Nápoles), legorin (Milán), legorì (Cremona), ligurin (Como). En rumano hay un cognado lugucél, con variantes locales lugâcitâ, logocitâ, logoditâ, logositâ, logâcitâ, lugáciu, lococél, logâcél, lugucél, rugâcél, rugâciél, lugusiél, lugusél, lugosél, lugosiâl, pero, según la Wikipedia, se aplican más al jilguero, Carduelis, carduelis, que al lúgano.

En otras lenguas no romances se han difundido cognados desde Italia. Del siciliano lécora parece haber salido, por aféresis de l- (seguro que la confundieron con el artículo) las formas maltesas ecora, ecore, ekora, ekra, ekri, ekru, erku y en griego moderno se tomó también la palabra del italiano con la forma λούγαρο (lúgaro). En serbocroata se encuentran, además de las formas propias eslavas, las romances lokarin, okarine, lokarinac, lokarinciç, lukarin, lugarin, lugerin, magarine, lugarinu, ligura, que pueden proceder del italiano o del desaparecido romance dálmata.

La RAE desde 1884 hasta 1984 había supuesto una etimología de lucānus 'del bosque' que eliminó en las siguientes ediciones del DRAE, probablemente porque a Corominas no le había parecido convincente «por carecer de justificación semántica» y añadía Corominas que ni lūcus ni lūcānus eran «palabras heredadas por el latín vulgar ni el romance», aunque en nota reconocía que sí, que había quedado algún nombre de lugar. Efectivamente, sin necesidad recurrir al topónimo italosuizo de Lugano, en la Península Ibérica se encuentran ejemplos como Lugo, Luque, Lúcar, Sanlúcar o Lluc(h) que atestiguan que la palabra lūcus circulaba de Galicia a Almería y de Cádiz a Mallorca.

Pero, además, la objeción semántica de Corominas no se sostiene si se tiene en cuenta el significado del latín lūcus y las características de los lúganos.

Como expuso Helena en la discusión de la palabra lugar, el término lūcus ha derivado (junto a lux 'luz') de una raíz PIE leuk con la idea de 'claridad' o 'luminosidad', de manera que un lūcus no era un bosque sin más, sino un bosque abierto, con claros por donde penetra la luminosidad del día, lo que lo habilitaba para el culto de las divinidades (bosque santo) antes que un bosque cerrado y umbrío. En estos bosques es donde se alimenta el lúgano de los piñones de abetos, pinos y alerces, y de las sámaras de los olmos y los fresnos o las infrutescencias de los alisos, y, por ser el bosque abierto, se le puede ver afanoso trajinando de árbol en árbol y de piña en piña. Solo cuando se termina la temporada de las semillas aladas y los piñones es cuando el lúgano se sale al llano a picotear la semilla de los cardos, como los jilgueros y los verdones. Por cierto que, por más que se parezca al latín spina, no es de los cardos de donde se ha sacado el nombre específico, luego genérico, Spinus, sino que este es un nombre que se adaptó del griego σπίνος spinos, el nombre del pinzón, Fringilla coelebs, el que dio nombre a la familia de los fringílidos, y que deriva de un verbo σπίζω spízō 'trinar', 'gorjear'.

Teniendo, pues, en cuenta los hábitos del lúgano y los sentidos del latín lūcus parece mejor traerlo de lūcānus, 'propio del bosque abierto', que no de lūcānus 'propio de la aurora'. En primer lugar, porque son miles los pajarillos que cantan al alborear y no se ve suficiente motivo para apellidar así al lúgano con preferencia a los muchos otros que hacen lo mismo, mientras que la característica de frecuentar el bosque abierto distingue a los lúganos y habría bastado para su denominación. En segundo lugar, la denominación dialectal de pinson d'aube ('pinzón de alba') que Corominas cree que corrobora su suposición de que viene de lūcānus 'propio de la aurora' se viene abajo cuando se comprueban los nombres locales del lúgano en Francia (datos aquí), que no hacen referencia al alba (fr. aube, pronunciado [o:b]) si no a los alisos, árboles del género Alnus (fr. aulne, pronunciado [o:n]), como tarin des aulnes ('lúgano de alisos'), pinson d'aunes ('pinzón de alisos'), ohé d'auné, ouhê d'aunê (= oiseau d'aunaie 'pájaro de aliseda'), y en zona occitana, donde el aliso se llama verne (como el catalán vern) también se llama al lúgano oiseau de vernes, aousë di verne, poul de vergnes, vernatou, pique-verne ('pájaro de alisos', 'pollo de alisos', 'alisero', 'pica aliso'). Así que la conexión semántica con el alba que había decidido a Corominas para negar la etimología que el DRAE venía manteniendo desde hacía un siglo (1884-1984) y que acobardó a los académicos que en las ediciones sucesivas se limitaron a dejar el lúgano sin etimología, como «de origen incierto», se revela como un error, la confusión en francés de 'alba' con 'aliso'. Parece bastante sensato pensar que los lúganos, estos pajarillos que tan a gusto se dedican a picotear los aquenios alados de los alisos han tomado el nombre lucanus de lucus, el tipo de bosque donde buscan su sustento.

En Andalucía, donde siempre la palabra se pronuncia esdrújula, lúgano, aunque las Academias aún no la han recogido así, se usa también la palabra en sentido figurado, más que nada en el campo, donde la gente vive más en contacto con la naturaleza, para denominar a un chiquillo despierto, vivaz, rápido de reflejos y listo como un lúgano.

- Gracias: Joaqu1n

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