La glándula pineal, literalmente "glándula que tiene la forma semejante a la piña (en latín pīnea) o cono de un pino", es el nombre de una pequeña glándula cónica endocrina (productora de hormonas), localizada en el techo del tercer ventrículo cerebral, hacia la línea media del encéfalo, con una masa de entre 100 y 150 miligramos, que mide en el humano adulto unos 8 milímetros de longitud, cubierta por una cápsula formada por la piamadre (véase en este diccionario). Aunque sus funciones no están completamente estudiadas, la hormona más conocida que segrega es la melatonina, la cual, entre otras cosas, regula los ritmos circadianos (que ocurren con una periodicidad aproximada de 24 horas), como los ciclos de sueño-vigilia. En algunos invertebrados inferiores, como ciertos anfibios, la glándula se ha desarrollado en una estructura visible con el aspecto de 'ojo medial', o 'tercer ojo'.
La palabra pineal, proviene del latín pīnēal, palabra formada por pinea, 'la piña o cono', comúnmente "fruto" del pino (pinus), más el sufijo de pertenencia o relación formador de adjetivos -al, como participa en otras palabras: animal, manantial, celestial, coloquial, circunstancial, etmoidal, esferoidal, gutural, comercial, etc. Que, como se mencionó al principio, se traduce como "relativo o parecido por su forma a la piña o cono de un pino", debido a que desde la antigüedad, los médicos y anatomistas le encontraron esa forma.
Pinea y pinus, son términos que probablemente provengan de la antigua e hipotética raíz indoeuropea *pei(e)-, con el significado de 'resina, grasa, hinchado o estar gordo', que también originó muchas voces en otras lenguas, entre las que podemos citar: pīnian, pin, en el inglés antiguo; pīnen, en el bajo germano medieval; pīnōn, en el alto germano antiguo; pína, en noruego antiguo; pīnā, en sánscrito; pitys, 'pino', en griego, etc.
La glándula pineal (o cuerpo pineal), es de las glándulas endocrinas más enigmáticas y que ha propiciado una gran cantidad de hipótesis y especulaciones a través de los siglos, desde el primer milenio antes de Cristo. Por ello, resulta engorroso citar detalladamente todos los escritos que existen al respecto. Así que solamente citaremos los más destacados:
En la Grecia Antigua, se consideraba que tenía el control del flujo de la memoria hacia la conciencia. Herófilo de Calcedonia (335-280 a.C.), prominente médico y anatomista griego, fue quizás el primero en hacer una descripción de esta glándula. Galeno (130-200 d.C). la llamó con el término griego kōnarium, diminutivo de kōnos, 'piña del pino', es decir "piña pequeña" (glandula pinealis, en latín). El filósofo cristiano Nemesius de Emesa (ahora la ciudad de Homa, en Siria), en el siglo IV d.C. cita a la glándula pineal en su obra De Natura Hominis (Sobre la Naturaleza Humana). El célebre matemático, pensador y filósofo francés René Descartes (1596-1650), creía que era el asiento o sede del alma y el lugar donde todos los pensamientos se generan. A finales del siglo XIX, las cosas comenzaron a cambiar radicalmente; algunos científicos consideraban a esta glándula como una reliquia filogenética, o un vestigio de un tercer ojo dorsal, y por fin empezaron a creer que era una glándula endocrina, hipótesis que fue desarrollada plenamente en el siglo XX, culminando con el aislamiento de la melatonina en 1958, la cual llegó a considerarse en la última década como una "droga o fármaco maravilloso".
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rdgz.
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