El verbo detentar, retener y ejercer un poder que a veces no corresponde, viene del latín detentāre (retener, detener), verbo que aparece especializado en un uso jurídico en el Codex Theodosianus, publicado a fines del s. IV d.C. bajo Teodosio. El verbo es un frecuentativo de detinēre (retener, tener alejado), verbo formado con un prefijo separativo de- y el verbo tenēre (sostener, agarrar, sujetar), de donde tener, tenedor, tenaz, tenazas, abstener, contener, mantener, etc. Este verbo se vincula a una raíz indoeuropea *ten- (estirar, tender), que también hallamos en latín en el verbo tendĕre (tender, estirar, dirigirse a), cuyo supino es tensum. De ahí también tender, tensión, atender, distender, contienda, entender, tienda, tendón y tieso. De igual modo la hallamos en el adjetivo tener (tierno) y en el adjetivo tenuis (degado, estirado).
Esta raíz indoeuropea se vincula también al verbo griego τείνω ("teino", estirar, tender), de donde palabras como tenesmo e hipotenusa, y al sustantivo τόνος ("tonos", tensión, tono), de donde tono, átono, tónico, barítono, etc.
- Gracias: Helena
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