La palabra consolador viene del adjetivo latino cōnsōlātor, -ōris, con el significado de algo que presenta las cualidades de confortar, animar, alentar, consolar, de aliviar la aflicción, por ejemplo, escuchar palabras consoladoras que nos animan cuando pasamos por situaciones de aflicción y desánimo. Pero también consolador puede ser un sustantivo, cuando nos referimos a ciertos objetos, seres o cosas que de por sí son confortables y alentadores, como un buen libro, una mascota o animal de compañía, cuya presencia nos levanta el ánimo en momentos de congoja o tribulación.
Cōnsōlātor (lo que alivia, calma, apacigua) está formado por el prefijo con- que indica 'cooperación o reunión', más el verbo solari que significa 'consolar, aliviar una aflicción y calmar', y el sufijo -dor, 'el que realiza la acción', como en las palabras escritor, agricultor, actor, locutor, etc. Solari está asociado a la raíz indoeuropea *sel-4 (tener suerte, ser favorecido). Esta misma raíz se vincula con el vocablo griego ἱλαρος = hilaros (alegre), que pasó al latín como hilaris, hilaritas, hilaritatis, de donde el término castellano hilaridad (alegría y gozo intenso).
Los diccionarios españoles desde el siglo XV, siempre daban para la palabra consolador un solo significado (lo que produce consuelo, lo que conforta); pero hace unos años, con la apertura de las tiendas que venden objetos para intensificar el placer sexual (sex shop, expresión inglesa ahora muy difundida), el DLE ha agregado al significado de este vocablo, el de aparato, por lo general en forma de pene (en erección) utilizado en la estimulación sexual. Los consoladores, que por lo general se utilizan para ser introducidos en la vagina o en el recto, o para practicar una felación simbólica, han existido en muchas culturas humanas desde hace milenios.
Y la aplicación del término para estos objetos, está muy bien empleada, puesto que brindan a la persona que los usa una especie de 'consuelo' o alivio a sus necesidades apremiantes de ser penetradas por un pene real, cuando por la causa que sea, esto no puede suceder.
Fuente:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
El consolador es uno de los objetos sexuales más antiguos del mundo que aparece a veces en los ajuares femeninos de egipcias, mujeres de Asia Menor, griegas y romanas. No hay que confundirlo con los penes o falos de piedra que aparecen desde muy antiguo como amuletos de fertilidad. Jamás nadie empleó un falo de piedra como juguete sexual. Generalmente eran falos de cuero, raramente de marfil o madera, que se usaban aceitados. En el caso de ser de marfil o madera, se forraban de telas sedosas. En la antigua Grecia el objeto se llamaba ὄλισβος ("ólisbos"), atestiguado en Aristófanes (s. V a.C.) y Ateneo de Naucratis (s. II-III d.C.). Posiblemente el vocablo fue usado también por los romanos aunque no tenemos clara constancia de su latinización.
Esta palabra parece relacionarse con un sufijo popular -bos, con la raíz de ὀλισθεῖν ("olistheín", deslizarse) y ὄλισθος ("ólisthos", deslizante), aunque hay quien piensa que la palabra es un préstamo minorasiático, que solo se relacionaría con estos vocablos por etimología popular.
- Gracias: Helena
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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