Etimología de CEMPASÚCHIL

CEMPASÚCHIL

La palabra cempasúchil o zempasúchil, viene del náhuatl cempoalxochitl (forma paleográfica o grafía antigua), cempohualxochitl (grafía normalizada); término formado por cenpoalli (forma paleográfica), cempohualli = "veinte" y xochitl = "rosa, flor".

Cuentan los historiadores que la tradición de llevar flores a los muertos era una costumbre bien arraigada en los pueblos prehispánicos. Los Mexicas acostumbraban ofrendarles ramos de pequeñas flores amarillas llamadas Tonalxochitl (de tonal, 'sol' y xochitl, 'flor' = "flor sol", tal vez por su color, aunque otros dicen que también significa "flor de primavera"). Esta ofrenda quizás simbolizaba la luz del sol que se les regala a las almas de los difuntos para que se ilumine el camino en su regreso el día de muertos. Y según cuenta la tradición, los indios lograron, después de años de trabajos de selección, una planta que daba una flor veinte veces más grande que la Tonalxochitl, es decir, el cempasúchil que ahora conocemos, planta originaria de México, Centroamérica y Perú.

Según el historiador Diego Durán (1579): "Acabada la ceremonia que hacían en honor a Cihuacoatl, durante la fiesta Huey Tecuilhuitl, salían todas las mujeres y mancebas que tenían, con el cabello tendido y cercenado por encima de las cejas y sobre él unas guirnaldas de rosas amarillas grandes, que ellos llamaban cempualxucitl" (citado por GDN - Gran Diccionario Náhuatl, UNAM).

Se trata de una planta herbácea de la familia Asteraceae (Compositae), de flores amarillo-anaranjadas, con un olor característico (olor a flor de muerto) que Carlos Linneo (1707-1778) bautizó en 1753 como Tagetes erecta (Species plantarum, Tomus II: P.887).

Y para los estudiosos de la taxonomía botánica: las fuentes mencionan que probablemente Linneo acuñó el nombre del género (Tagetes), en alusión de una deidad etrusca llamada en la literatura romana Tages, "quien fue el primero en enseñar a Etruria (circa ss. VIII-V a.C.) el arte de la adivinación y de los augurios. Se cuenta que un labrador tuscano lo descubrió bajo la forma de un terrón cuando labraba su tierra y que luego asumió la forma humana, haciéndose célebre por sus conocimientos adivinatorios" (Lampriere's Dictionary); al parecer basados en la observación de las entrañas y de los relámpagos. A lo mejor Linneo escogió este nombre porque sabía que las flores de esta planta tenían un fuerte vínculo con la creencia ancestral en la vida ultraterrena y en el retorno anual de las almas de los difuntos, cuyos cuerpos descansan bajo la tierra, de donde precisamente surgió Tages, una deidad del inframundo o ultraterrena.

Fuentes:


- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

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