La palabra amonites, que se refiere a un grupo de moluscos marinos extintos, viene del latín moderno Ammonites, de cornu Ammonis, literalmente "cuerno de Ammon", nombre latinizado del antiguo dios egipcio Åmen, por la semejanza de la concha fosilizada de la mayoría de estos invertebradas, con un cuerno enrollado de carnero, ya que este dios era algunas veces representado por un carnero o un hombre con cabeza de este animal, con gran cornamenta espiralada.
El dios Åmen (Ammon) era visitado por los griegos en tiempos helenísticos, quienes lo identificaban con Zeus, equivalente al dios Júpiter romano.
Los amonites fueron invertebrados habitantes del mar (la mayoría de las especies con la concha plana en espiral) depredadores, que surgieron hace unos 400 millones de años, entre el Silúrico tardío y los inicios del Devónico y se extinguieron, junto con los dinosaurios, hacia el final del Cretáceo, unos 65,5 millones de años atrás. Pertenecían al Phylum Mollusca, clase Cephalopoda, subclase Ammonoidea (literalmente, semejante al cuerno de Ammon).
Las conchas fosilizadas de los amonites eran conocidas desde la antigüedad, y ya se las relacionaba con dicha divinidad egipcia. Probablemente el escritor y naturalista romano Plinio El Viejo (23-79 d.C.) fue el primero en utilizar este término para referirse a estas criaturas fosilizadas; en su obra Historia Natural XXXVII, página 167 escribe: "El cuerno de Amón, Ammonius cornu, por su color dorado está situado entre las piedras preciosas más sagradas de Etiopía", en virtud del parecido de estos fósiles con los cuernos de carnero de Amón-ra y de Júpiter-Amón. El científico alemán Georgius Agricola (1494-1555), emplea la expresión ammonis cornu, por encontrarles semejanza con la cornamenta del carnero. Conrad Gesner (1516-1565), médico y naturalista suizo fue quizás el primero en incluir en su Rerum Fossilium (1565) dibujos o ilustraciones de los amonites. José Torrubia (finales del siglo XVII-1768), misionero y naturalista español, probablemente fue el que utilizó por vez primera la palabra Ammonites en español (amonites), en su obra Aparato para la Historia Natural española, en 1754.
La expresión cornu ammonis está documentado desde el siglo XVII, pero de acuerdo a ciertos historiadores de las cuestiones paleontológicas, hacia 1790, el zoólogo francés Jean Guillaume Bruguière (1750-1798) se llevó el mérito de haber propuesto la voz Ammonite, ya en un contexto taxonómico moderno. La subclase Ammonoidea fue oficializada en la taxonomía zoológica hasta 1884 por el paleontólogo alemán Karl Alfred von Zittel (1839-1904)
Conviene señalar que la palabra amoníaco, viene del griego ammoniakón, que significaba 'del oasis de Ammon', por haber sido obtenido originalmente en las cercanías del templo de este dios; de tal modo que amoníaco, amonio, amoniacal y amonificación son términos que comparten el mismo origen que amonites.
El molusco cefalópodo viviente que más se asemeja a los amonites extintos es el nautilo, de los que se conocen unas 2500 especies fósiles, pero actualmente viven sólo unas cuantas, pertenecientes a los géneros Nautilus y Argonauta.
Fuentes:
- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.
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