Etimología de CRETÁCEO

CRETÁCEO

La palabra Cretáceo viene del latín cretaceus, término formado por creta, 'creta o greda' (material arcillo-arenoso con diversos tonos de blanco, a veces azulado); y el sufijo también latino -āceus, -aceae, que indica 'semejanza, relación o pertenencia', por ejemplo: rosáceo, grisáceo, violáceo; también se utiliza para denominar grupos taxonómicos como crustáceo, agavácea, ranunculácea, amarilidácea, malvácea, cucurbitácea, solanácea, esterculiáceo (a), mimosácea, etc. Textualmente entonces, podemos interpretar Cretáceo como "semejante, perteneciente o relacionado con la creta".

El Cretáceo (tercero y último período de la Era Mesozoica), se extendió más o menos entre 144 y 66,4 millones de años atrás, lo que significa que duró unos 77,6 millones de años, por lo que es el período más prolongado de dicha Era; incluso registra una permanencia mayor que la Era Cenozoica en la que actualmente estamos. Sucedió al Jurásico y antecedió al Paleoceno. Durante el final de este período, el nivel del océano llegó a estar entre 200 y 250 metros por encima del actual. Continúa la dominancia de los reptiles (aunque al final, un evento catastrófico terminó con muchos organismos terrestres y acuáticos, entre ellos, los dinosaurios); se extinguieron también las aves dentadas, los reptiles voladores y los amonites; en cambio inicia el desarrollo exitoso de mamíferos y de plantas con flores (angiospermas).

El término obedece al hecho de que lo más cracterístico del Cretáceo, son las acumulaciones o series de rocas sedimentarias con el predominio de la creta, greda o caliza, que es una roca calcárea compuesta mayoritariamente por carbonato de calcio y magnesio, de origen orgánico, formada sobre todo por caparazones de unos protozoarios llamados foraminíferos, algas planctónicas, a veces espículas de espongiarios (esponjas) o residuos muy finos de equinodermos (estrellas y erizos de mar). El color va desde el blanco a grisáceo, amarillento, e incluso azulado; su textura (el tamaño de las partículas) es fina, con predominio de arenas y arcillas. Constituye el depósito nerítico (la zona nerítica del océano es la comprendida entre la línea de la bajamar o marea baja y el límite o borde de la Plataforma Continental, con una profundidad media de unos 200 metros).

El vocablo Cretáceo, fue propuesto o acuñado hacia 1822 (originalmente utilizó la expresión Terrain Crétace, es decir, 'Terreno Cretáceo') por el geólogo y político belga Jean Baptiste-Julien d'Omalius d'Halloy (1783-1875), quien fue comisionado para la elaboración de un mapa geológico de Francia. En 1808 envió un artículo que se publicó en Journal des mines 7: 353-376, que tituló Observations sur un essai de corte géologique de la France (Observaciones sobre un estudio de un mapa geológico de Francia), y se publicó hasta 1822; por eso se considera dicho año, como fecha de acuñación; no obstante que él, un tiempo antes, ya aplicaba el término. D'Omalius, fue el primero que describió sobre un mapa, en 1817, los depósitos calizos que caracterizan o definen a este período y otros aún más antiguos.

Cretáceo se documenta en inglés (Cretaceous) en el año 1832 en un A Geologic Manual (Manual de Geología) del geólogo inglés Henry de la Beche (1796-1865), como podemos leer en la siguiente cita:

1832 De la Beche Geol. Man. (ed. 2) 307 "The cretaceous rocks of south-eastern England."

(TRADUCCIÓN: "Las rocas cretáceas del sureste de Inglaterra.").

Fuentes consultadas:

- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

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