El nombre Arturo viene del latín Artorius. No está muy claro de donde salió este nombre de familia (nomen gentile) latina. Se barajan dos posibilidades:
Según algunos, el "Rey Arturo" (de la mesa redonda) fue un militar romano, Lucius Artorius Castus, quien peleó en Bretaña contra tribus irlandesas a finales del segundo siglo de esta era. Lo cual no tiene mucho sentido, pues según la leyenda, el rey Arturo vivió unos 3 siglos después.
El que el mítico rey Arturo fuera un militar romano llamado Lucius Artorius Castus es sólo una imaginativa especulación de aficionados que ningún especialista acepta. Aunque existe en latín el nomen Artorius y alguna vez se latiniza así desde otras lenguas, la forma latina clásica para Arturo es Arcturus, y se trata de un nombre estelar (nombre desde antiguo de la estrella alfa de la constelación Boyero) que al parecer pudo usarse como epíteto: su significado, "el guardián de la Osa" (por su proximidad a ambas Osas, la Mayor y la Menor, llamadas Arctus en latín, del griego ἄρκτος, oso y osa), lo hace sinónimo de "guardián del norte". Esta estrella fue muy utilizada en la antigüedad, por su extraordinario brillo, en la orientación, para marcar la proximidad del norte, casi como la polar.
En el siglo II no hubo luchas contra los sajones ni ninguno de los episodios que rodean la leyenda artúrica, ni base alguna para la mitificación, ni reyes ni poderes independientes como se dan en la leyenda artúrica, de cuyas fuentes la única fiable e histórica es la obra de Beda el Venerable en el final del s. VII e inicios del VIII. Las inmediatamente posteriores ya son versiones mitificadas y legendarias sin ningún valor histórico. Beda narra la mítica batalla del monte Badon y su relación con un personaje romano llamado en realidad Ambrosio Aureliano que pudo recibir este epíteto. Lo que está muy claro es que los episodios mitificados en la leyenda Artúrica no pertenecen al s. II de plena normalidad y racionalidad para Britania. Se originan en el momento oscuro de crisis del imperio romano en que las guarniciones abandonan la isla de Britania y a los britanos a su suerte, por absoluta incapacidad de mantener ya allí los servicios del Estado romano. Entonces, en el s.V d.C., los britanos se ven sometidos a los asaltos invasores de anglos y sajones que penetran sobre todo desde el norte de la isla, y abandonados a su suerte resisten encabezados por este mítico personaje, que al parecer logra sobre ellos la gloriosa victoria del monte Badon. Esta resistencia épica y heroizada es la base de las leyendas artúricas, y poco duró su éxito pues finalmente los britanos fueron invadidos y engullidos por anglos y sajones.
En cualquier caso todos los especialistas serios están de acuerdo en que los acontecimientos que dan pie a la leyenda de Arturo y el ciclo artúrico son los que corresponden a esta etapa oscura y de feroz lucha por la supervivencia de los britanos del fines del s. V d.C.
- Gracias: Helena
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