Etimología de SAURIO

SAURIO

La palabra saurio designa a un reptil, si bien con el tiempo el significado exacto del vocablo ha variado. Se acuñó en latín científico como saurium, según Dicciomed en 1799 por Brongniart, empleándose en plural como Sauria para designar a un suborden de reptiles y pasando en el s. XIX al español y otras lenguas vernáculas. En principio, en clasificaciones más antiguas que atendían más a la morfología de las especies, los saurios designaban al grupo de los lagartos y similares, y se solía estudiar que los reptiles, además de los extintos actualmente, se dividían en saurios, ofidios (las serpientes), quelonios (tortugas, galápagos y similares) y cocodrilianos. Después también la denominación saurio abarcó a lagartos y serpientes, pero actualmente, con el desarrollo de la filogenia y el hecho de que los grupos taxonómicos se definen mucho más por su origen, los saurios o Sauria son un extenso clado de saurópsidos (reptiles) que abarca todos los diápsidos actuales (incluye lagartos, serpientes, cocodrilos y aves, tortugas y todos sus antecesores) y además los extintos que son principalmente ictiosaurios, dinosaurios, pterosaurios y plesiosaurios. Todos estos grandes grupos descenderían de un ancestro común que sería un pequeño reptil similar a un lagarto del periodo Pérmico, a partir del cual evolutivamente se desarrollarían cuatro linajes que habrían dado lugar a todos los saurios extintos y actuales.

No en vano, teniendo en cuenta que todo este variadísimo clado depende de una especie de "lagartito" ancestral, su nombre es el de saurios. El vocablo saurium se forma con un sufijo latino de pertenencia o filiación -ius/-ium, a partir del latín saurus, si bien en latín clásico designa sobre todo al pez llamado sauro ("pez lagarto") que es el Scomberesox saurus, y más rara vez al lagarto, que en latín prefiere nombrarse con el vocablo propio lacerta o lacertus, pues saurus es préstamo del griego que aparece por primera vez en el poeta Levio (s. I a.C.) y luego emplea también Plinio (s. I d.C.), préstamo a partir de la forma griega σαῦρος ("saúros") variante más tardía y menos usada de σαύρα ("saura"), que designaba a la salamandra y al lagarto. La variante σαῦρος designaba también al pez sauro, valor con el que preferentemente se emplea en latín. Esta voz σαύρα carece de etimología dentro del griego, si bien hay quien ha querido relacionarlo con el adjetivo σαῦλος ("saúlos", que se mueve lenta y afeminadamente), pero sin una base suficiente. Puede ser un vocablo muy antiguo que provenga de un fondo léxico anterior.

Lo cierto es que aparte del concepto de saurio, el elemento compositivo de segunda posición -saurio forma parte de una infinidad inacabable de nombres científicos de reptiles, y muy especialmente dinosaurios. Cualquier cosa sirve para nombrar a un dinosaurio, desde un supuesto rasgo físico hasta el nombre de un lugar de descubrimiento o el apellido de un descubridor. Generalmente estos nombres carecen de todo sentido, son acuñaciones muy artificiales sin etimología ni significado, y con gran frecuencia incluso efímeras y al poco obsoletas e inválidas. Hay que tener en cuenta lo que son los hallazgos paleontológicos de huesos fosilizados. Rara vez se encuentran o se han encontrado ejemplares enteros y en abundancia que permitan de verdad definir una especie, y así tenemos especies muy bien definidas o estables, como el Tyrannosaurus rex o los diplodocos. Lo verdaderamente frecuente es que se hallen unos dientes, o bien un fragmento de fémur, etc. Si no se tiene algo exactamente igual, inmediatamente se lo bautiza como una nueva especie con un nombre totalmente inventado, y en ocasiones resulta que se han hallado los dientes de un bicho del que ya se conocían los huesos de una pata y se le había dado otro nombre. O bien sucesivos aportes hacen cambiar por completo la concepción de esa especie. Por lo cual montones de nombres de dinosaurios, a decir de los propios zoólogos y paleontólogos, son abandonados constantemente y sustituidos por otros.

- Gracias: Helena


A manera de curiosidad, el sustantivo griego σαύρα (saúra), además de significar 'lagarto', 'salamandra', llegó a utilizarse para denominar cosas como:


  1. Una planta, tal vez algún tipo de berro o de mastuerzo, que también tiene propiedades medicinales, sentido con el que lo usan Hipócrates y Galeno.
  2. Una especie de dedil (algo que envuelve a un dedo) para mantener o inmovilizar un dedo luxado (Hipócrates).
  3. Los genitales o el miembro viril de un niño, que aún no alcanza la madurez de un adulto.

Fuente:

- Gracias: Jesús Gerardo Treviño Rodríguez.

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