BORDAR
El verbo bordar, como el correspondiente francés broder, tienen relación con los términos del latín medieval brusdus (bordado, dibujo que se hace en una tela pespunteando con una aguja), atestiguado en el s. IX, y burdus (el que hace costuras en las vestimentas), atestiguado en el s. X en el glosario del Abad Aelfricus. Estas formas parecen depender de un préstamo germánico en el latín, probablemente surgidas de un germánico *bruzdan, derivado de una raíz *bruzd- (aguja, punta), que se vincula a la raíz indoeuropea *bhar- (punta, aguja). Esta raíz indoeuropea da en latín las palabras fastigium (altura, cima, punta) de la que viene hastial, y la palabra fastus (altivez, orgullo), de donde vienen fasto, fastuoso y fastidio. También parece vincularse al vocablo latino broccus o brocchus, que significa puntiagudo o prominente, dentro del latín de una etimología oscura, y que algunos piensan que se trata de un préstamo celta, asociado a esta raíz. De ahí las palabras broche y brocado.
- Gracias: Helena